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En la nueva actualización de la interfaz de Xbox One, Microsoft deja de lado completamente la integración con Kinect.

Esto quiere decir que todo lo que se hacía en la interfaz a través de gestos con la mano ya no estará disponible. Según Mike Ybarra de Microsoft explicó en Windows Central, la decisión se tomó porque en realidad "poca gente lo usaba".


Para la New Xbox Experience quisimos priorizar las características que los usuarios pedían, además de mejorar lo que ya había en la actual interfaz de la consola. Miramos las características que requerían de más recursos y nos preguntamos si valía la pena seguir trabajando en ello.

En el caso de los gestos, la realidad es que el uso era muy, muy bajo. Así que por ahora, los quitamos la de nueva interfaz. Seguiremos, eso sí, monitoreando y escuchando lo que digan los usuarios por si los quieren de vuelta.

De todas formas, Kinect sigue teniendo soporte en la consola y seguirá siendo útil en los juegos que tengan integración con el aparato o también para iniciar sesión o llamadas de video con Skype.

¿Alguien usaba Kinect para navegar por la consola? Yo, jamás.